Hablar de globalización
es referirse a un fenómeno que subyace en todas las esferas de la vida en
cualquier ámbito, ya sea personal, familiar o societal. Pero cuando este asunto se medita dentro del
campo de la educación, se observa que dicho fenómeno ha tenido una intensidad,
una velocidad y un impacto que ha cambiado muchas cosas de la vida pública y
privada. En esta ocasión, y basado en la
lectura de los planteamientos de Marco Raúl Mejía en dos de sus libros al
respecto, se procura llegar a la importancia de la educación popular que como
un “arca de Noé” podría salvar a la humanidad de la inundación destructora de
la filosofía de la fuerza capitalista.
En primera instancia, cualquier
intelectual lo reconocería como una etapa del capitalismo que promueve la
internacionalización del capital. Y bajo esta intención, según los diseñadores
de esta ideología dominante, el mercado aparece como el instrumento eficaz que
regula los intereses y las relaciones sociales haciéndolo de forma libre,
ecuánime, equilibrada y justa; mientras que el Estado se asume ineficiente
promoviendo su minimalización. En ese
sentido, el neoliberalismo es una forma de administrar la globalización
capitalista que plantea su intencionalidad en el Decálogo de la globalización.
Este decálogo se consagró mediante el Consenso de Washintong en 1993, así: (1)
disciplina fiscal, (2) redefinición del gasto público, (3) reforma tributaria,
(4) liberalización del sector financiero, (5) tasa de cambio competitiva, (6)
liberalización comercial, (7) atracción del capital extranjero para nuevas
inversiones, (8) privatización de las empresas estatales, (9) desregulación
económica y (10) protección de los derechos de autor.
Teniendo en cuenta esta
intencionalidad, el Banco Mundial sostiene una perspectiva con la cual se busca
homogeneizar la educación desconociendo las culturas particulares y su modo de
construcción de lo público; generalizar el desarrollo de sus requerimientos
excluyendo las recontextualizaciones particulares de los territorios; pretende
estandarizar los modelos y métodos de investigación en educación ignorando
intencionalmente la complejidad del campo educativo para construir valoraciones
únicas y afirmaciones tajantes. También lo caracteriza una actitud verticalista
y simplista respecto a innovaciones y experiencias exitosas de las reformas
asumiendo su transferibilidad intacta a otros países.
En segundo lugar, obsérvese cómo esta ideología aterrizar
en el campo de la educación a través de las reformas impulsadas desde los
organismos internacionales. En estas
reformas lo que han hecho es despojar a la educación en su carácter como
derecho y convertirlo en un servicio. Por eso, el modelo escolar tiene un vacío
de pedagogía, de profesores y de currículo.
Dicho vacío fomenta una despedagogización fomentada desde el ámbito de
las competencias y los estándares. A la
par, estas reformas generan un currículo instrumental neoliberal que está
reducido a planes de estudio, estándares y competencias, lo cual admite la
racionalización de la profesión docente sin formación que asimila al maestro
como un asalariado flexible con rango inferior a otras profesiones. Es decir,
el profesor se convierte en un operador de la enseñanza a través de la
simplificación del manejo de técnicas. Así, la despedagogización y la
desprofesionalización docente se demuestran mediante la reducción del ejercicio
docente al puro adiestramiento técnico en detrimento de la reflexión
epistemológica y de sentido inherente a la pedagogía como un hecho social del
saber.
De otro lado, la
globalidad ha roto los límites territoriales desconociendo las soberanías
nacionales. Por tanto, no reconoce ciudadanos nacionales, sino globales donde
el ser humano sirve en función del consumo. Por eso, los Estados ya no están en
capacidad de garantizar el estatus pleno de ciudadanía al ser limitada su
soberanía por las reglas de juego del mercado global. En el plano ciudadano se
encuentra implícita la primacía de lo individual sobre las mayorías que
estimulan un beneficio personal cada vez más fuerte, de cobertura más estrecha
y está bajo el control de grupo minoritarios.
En cuarto lugar, en la actualidad, la educación popular
cobra vigencia como alternativa de poder de los excluidos desde lo glocal para
configurar otros mundos y esas otras globalizaciones. Es decir, esta educación
debe traducirse en redes de resistencias y autonomía que pueden tomar forma de
movimientos sociales para enfrentar la dictadura del mercado y la colonización
consumista de la vida, lo cual posibilita reestructurar el poder desde abajo y
por los de abajo aglutinando sinérgicamente otras luchas en diferentes sitios y
en múltiples niveles sociales.
Ahora, cabe la pregunta: ¿Cómo cabe la educación popular
aquí? La respuesta a este interrogante pasa por el desafío de los educadores
populares para dejar de ser idiotas útiles aclarando sus apuestas sociales,
económicas y políticas en su actitud política y pedagógica reconcibiendo la
manera como se construye sociedad mediante el acto educativo y pedagógico
cotidiano. Así, asumir este desafío se
constituye en uno de los primeros pasos en la búsqueda de sentidos
emancipadores en el campo educativo.
En conclusión, la educación popular tiene el desafío de convertir
en realidad la globalización de la solidaridad que se respalda la capacidad de
recomponer a la sociedad basada en la justicia desde la pluralidad que combata
la segregación y la desigualdad. En esta
búsqueda, la nueva ciudadanía tiene como propósito politizar las discusiones
sobre el desarrollo y la sustentabilidad. Pero ello debe concretizarse mediante
la participación y la discusión social sobre estos asuntos para permearlos de
una concepción más holística.
BIBLIOGRAFÍA
- MEJÍA J.,
Marco Raúl. Educación(es) en la(s) globalización(es) I. Capítulo I y II.
Ediciones Desde Abajo. Primera Edición. Bogotá, 2006. 332 páginas.
- MEJÍA J.,
Marco Raúl. La(s) escuela(s) de la(s) globalización(es) II. Capítulo I y
II. Ediciones Desde Abajo. Bogotá, 2011. 375 páginas.
- RAVITCH,
Diane. Por qué cambié de opinión. Artículo. Diario Le Monde Diplomatique.
Edición Colombia. edición Nº94. Fecha de consulta: Marzo 10 de 2012.
(Disponible en) http://eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=1170&numero=94
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