miércoles, abril 10, 2013

REFLEXIÓN SOBRE LA ALIENACIÓN EN UNA EXPERIENCIA PEDAGÓGICA DEL SEMILLERO DE INVESTIGACIÓN COLECTIVO LINCEO

La iniciativa de crear el Semillero de Investigación Colectivo Linceo nace de inquietar paulatinamente a los estudiantes de mis cursos de octavo grado con edades entre los 13 y 15 años en el tema de la Calidad de Vida en la EducaciónEn el desarrollo de este ensayo, primero se explicará en contexto local e institucional donde incursiona la experiencia del semillero. Segundo las condiciones que llevan a su origen y desarrollo. Tercero, se expondrá los aspectos históricamente tratados acerca de la alienación. Y en cuarto lugar, se mostrará la intencionalidad pedagógica del docente contra la ideología alienante de las políticas educativas que administran ignorancia para los niños y niñas de Colombia.
En primer lugar, Girardot es un municipio certificado por el Ministerio de Educación Nacional, lo cual le permite administrar directamente los recursos del Sistema General de Participaciones (SGP) para una población aproximada de 13 mil estudiantes en el sector oficial[1].  En relación a la calidad, el comportamiento de los resultados en las pruebas de Estado (Saber) señalan a Girardot como un municipio que se mantiene en el nivel promedio nacional con una disparidad interna entre sector privado y oficial de dos puntos, sobresaliendo el primer sector con 44 puntos, lo cual no se constituye en una brecha considerable en términos de ventaja competitiva entre los dos sectores. Ahora, si se compara con el promedio de ciudades capitales, Girardot está en desventaja, lo cual requiere de compromisos particulares del ente territorial que complemente autónomamente las políticas educativas nacionales.
Concretamente, la Escuela Normal Superior de Girardot posee una cobertura de 2000 estudiantes en dos sedes: una para el nivel de Básica Primaria y otra para Básica Secundaria y Formación Complementaria (año 12 y 13 que prepara a los nuevos docentes de preescolar y básica primaria).  La mayoría de las familias pertenecen a estratos socioeconómicos nivel 1, 2 y 3; pero además viven a un kilómetro a la redonda.  También, es necesario precisar que estos estudiantes no pagan matrícula en correspondencia con el compromiso de la gratuidad de la educación para los niveles de educación básica y media.
En el plano institucional teleológico, la Escuela Normal Superior de Girardot  (en adelante ENSG) tiene como misión “formar maestros integrales, para desempeñarse con propiedad y eficacia en preescolar y ciclo de básica primaria, siendo promotores de identidad, pertenencia al contexto y caracterizados por  una sólida formación en valores y consciencia ambiental que les permita atender a la diversidad   en el entorno urbano, urbano marginal, rural de la región y de la nación[2]. Adicionalmente se proyecta como un “centro pedagógico de cobertura regional, que fortalece los valores de respeto, responsabilidad y tolerancia;  desarrollando proyectos sociales, ambientales e investigativos, a fin de responder a las necesidades comunitarias, con identidad y pertenencia regional y nacional”[3].
En el camino de cumplir con estos propósitos institucionales, la ENSG ha estado atendiendo satisfactoriamente en los últimos diez años tres visitas de acreditación especial.  Para ello, el equipo de trabajo directivo y docente reorganizó la academia de la institución por núcleos pedagógicos y elaboró un currículo completo teniendo en cuenta la expectativa y realidad local y regional, los contenidos y los lineamientos y estándares curriculares. Este rumbo académico se ha desarrollado bajo la inspiración del modelo pedagógico llamado “Interaccionismo Socio – cognitivo”.  Este modelo privilegia la mediación social en el proceso de aprendizaje por medio de la interacción pedagógica intencionada en pro del desarrollo equilibrado y dialéctico de las dimensiones  del ser humano (Cognitiva, procedimental, socializadora- comunicativa y valorativa) tal como está en su currículo académico.
En segundo lugar, entre las condiciones que llevan al origen y desarrollo del semillero de investigación “Colectivo Linceo” se podrían destacar el cumplimiento de protocolos de visitas de verificación con fines de acreditación en relación con la investigación, y el ánimo de algunos docentes para desarrollar espacios formativos extracurriculares a través de semilleros de investigación.  En relación a la acreditación se exigía la institucionalización de espacios organizacionales que garantizaran una dinámica de discusión y establecimiento de la investigación formativa en la ENSG.  Para eso, en el año 2010, esta institución educativa creó y conformó su Comité de Investigación con representación de todos los núcleos pedagógicos (áreas de formación).  En ese año, se logró determinar un diagnóstico y un breve recuento histórico de la investigación en la ENSG, como también la naturaleza, misión, visión, objetivos y funciones de dicho comité.  Respecto a los docentes, ya se habían realizado algunas experiencias de investigación formativa que se llegaron a socializar en su momento como experiencias significativas pedagógicas.  Es necesario destacar que esta experiencia de creación y determinación de este comité sirvió de fundamento para que en el año 2011 la Secretaría de Educación Municipal de Girardot la replicara a nivel local para todas las instituciones educativas constituyendo así su Comité de Investigación Pedagógica y Educativa.
Ahora, ya refiriéndose al semillero de investigación  “Colectivo Linceo”, me dediqué a “encarretar” a algunos estudiantes, estimulando en ellos el deseo de aprender, metiéndolos en el cuento de lo interesante que sería aprender a investigar. Para eso, determiné un perfil de estudiantes que tuviese un buen rendimiento académico y que poseyera una actitud inquieta ante el conocimiento.  Dicho proceso duró casi un año y se realizó una convocatoria formal que aunó a 18 estudiantes.  En tal reunión se realizó la inducción con una charla sobre competencias científicas e investigativas. Luego se acordó adoptar una dinámica como grupo de estudio como primera fase de evolución.  En esa misma sesión inductiva cada uno comenzó por hacerse sus propias preguntas acerca de la Calidad de Vida en Educación que se asimilaron a 15 interrogantes de los cuales se seleccionó el siguiente como pregunta principal de investigación: ¿Cuál es el concepto de la comunidad educativa sobre Calidad de Vida en Educación? 
Hasta aquí se ha abordado la contextualización local, el ambiente  institucional y las condiciones que ayudaron al surgimiento del semillero de investigación en la ENSG. A continuación se presentará un panorama histórico sencillo, pero no completo acerca de la alienación.
Ante todo examínese el uso corriente de esta palabra. Generalmente  –lo aclara Ezequiel Ander-Egg-  este término se utiliza en dos sentidos: uno jurídico y comercial, y otro médico-psiquiátrico.  En el primer sentido denota cesión de operación o transacción comercial o de bienes.  Es decir, señala algo que alguien posee y lo cede a favor de otro.  En el sentido médico-psiquiátrico equivale a loco y significa extrañamiento y pérdida de sí mismo como resultado de un estado de perturbación mental que hace a la persona extranjera de sí misma y de sus semejantes.  De todas formas, teniendo en cuenta los dos usos más corrientes, el común denominador conduce a pensar que la alienación se refiere a la realidad de algo ajeno a sí mismo que el individuo ya no controla.
Desde la óptica etimológica, el término alienación se origina del latín alienatio que significa lo ajeno, lo extraño a uno, lo otro, lo que no es uno.  En el griego se origina en la palabra alio y tiene similaridad semántica con el latín. Pero corresponde a este ensayo un abordaje filosófico de este término mediante una breve referencia histórica del tratamiento de este tema (Ander-Egg, 1998).
Históricamente, el filósofo cubano Guadarrama menciona a Protágoras, un sofista, como el filósofo que introdujo la perspectiva humanista cuando afirmó que “el hombre es la medida de todas las cosas”[4]. Desde ese momento, en la historia de la filosofía se avanza en la discusión de elementos desalienadores. Al respecto, el filósofo cubano que “la alienación humana siempre presupone antes de su despliegue pleno la constatación de temores, indecisiones, incapacidad, impotencia por ignorancia, etc.; factores estos empequeñecen y limitan al hombre” (2012).  Además, sintetiza el humanismo como lucha del proceso desalienatorio del hombre y destaca lo expresado por Demócrito: “La primera y mejor de todas las victorias es vencerse a sí mismo”.  Epicuro lo manifestó al invitar a entender que la emancipación humana está relacionada con liberarse de la propensión a los placeres.  Inclusive Platón anhelaba que el ser humano lograra “al máximo un equilibrio armónico entre las distintas partes de su alma para que se hiciese dueño de sí mismo”.  En otras palabras, la pugna del hombre subyace entre sus grados de dependencia con diferentes entidades y la consecución de grados de libertad demostrables mediante mejores condiciones de vida material y espiritual.
Y una de esas formas de realización humana es la riqueza del saber. Aristóteles afirmaba que “todo hombre, por naturaleza, apetece el saber”. Es decir, uno de los objetivos del humanismo radica en ofrecerle al ser humano el mayor y mejor conocimiento posible en cada época sobre los diferentes ámbitos del saber, de tal forma que se puede avanzar en la desalienación por la vía epistémica para lograr un “hombre virtuoso y digno”.
En la época del renacimiento, los aportes de Copérnico, Kepler y Francis Bacon generaron una visión distinta del mundo y del hombre.  Este último aludía que el hombre moderno para lograr “paulatinamente niveles superiores de vida y dejar atrás aquellos elementos extraños a su naturaleza emancipatoria”. De esa forma, el énfasis de la época moderna fue alcanzar un incremento del conocimiento científico que facilitara crear mejores condiciones de existencia para el ser humano y la superación del oscurantismo y la superstición. Esta ilusión parecía aproximarse para poner fin a toda forma de alienación humana.
También Tomás Moro señaló un aspecto hasta entonces ignorado en la discusión manifiestaba una connotación más que religiosa a la alienación cuando expresaba:
Estimo que dondequiera que exista la propiedad privada y se mida todo por el dinero, será difícil lograr que el Estado obre justa y acertadamente, a no ser que piense que es obrar con justicia el permitir que lo mejor vaya a parar a las manos de los peores, y que se vive felizmente allí donde todo se haya repartido entre unos pocos que, mientras los demás perecen de miseria, disfrutan de la mayor propiedad[5].
En esa misma línea, Rousseau criticó agudamente esa forma de enajenación: la propiedad privada. Además indicaba que el prevalecimiento de la igualdad social es una prerrogativa en la lucha contra la alienación. Por eso, hacia el siglo XVIII la teoría de la alienación se articuló a la idea del contrato social donde se le otorgó una carga positiva al término entendiendo que se avanzaba hacia una etapa superior de la comunidad y de asociaciones humanas para superar los estadios anteriores.  Posteriormente esto repercutiría en la obra de Marx al formular su teoría del fetichismo de las mercancías.
Respecto a la Ilustración, Guadarrama destaca lo siguiente:
Las ideas humanistas alcanzaron un esplendor extraordinario en la ilustración porque los avances de las ciencias, los retrocesos del oscurantismo y el fanatismo religioso, las conquistas del incipiente desarrollo industrial, e florecimiento de las ciudades, la aparición de legislaciones y de documentos que encontraron consenso universal como la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, la secularización de la vida y sobre todo del arte, ofrecían al hombre amplias perspectivas de lograr niveles superiores de dominio y de entronizarse como verdadero señor del mundo.
En contraposición, las formas de alienación se recreaban con la nueva sociedad burguesa atentando contra los fines del humanismo comprendiéndose así que cada época y sociedad comporta sus propias ventajas y amenazas.  Hasta aquí ha sido necesario llegar para abordar a un filósofo alemán que plantea una discusión más elaborada acerca de la alienación: Hegel.
Sobre este filósofo, el argentino Ander-Egg sintetiza:
La alienación, para Hegel, es el camino a través del cual el Espíritu se hace sujeto; es el momento negativo del despliegue del Espíritu; es el movimiento de la historia en la que el sujeto se realiza (…)  Según Lukács es posible distinguir tres niveles en el concepto hegeliano de la alienación: a) relación sujeto-objeto directamente conectado con la actividad económica y social del hombre en general y de manera más específica con el trabajo; b) como formas de alienación típicas del capitalismo (lo que Marx llamará fetichismo), y c) con un alcance filosófico general, con significado equivalente a coseidad u objetividad (1998).
Según intelectual argentino, la alienación tiene un abordaje más concreto en Marx  y se asume como el resultado de condiciones de existencia social.  En otras palabras, “la alienación es la condición del hombre en la que su propio acto se torna para él en un poder extraño, que se ubica por encima y contra él, en lugar de ser controlada por él”.  Por eso se concluye parcialmente en este punto que el trabajo alienado es una consecuencia de las fuerzas productivas y de la división del trabajo. En breve, Ander-Egg afirma que Hegel vincula el proceso de desalienación con una tarea de la filosofía, Feuerbach con una lucha contra la religión; para Marx es fruto de una praxis, y no de cualquier praxis, sino de la praxis revolucionaria (1998, 31).
Otro debate en torno a la alienación, referido por Ander-Egg, es la validez científica de su concepto, en especial en el entorno de las ciencias humanas porque mientras “para unos es un instrumento de análisis y de crítica social, para otros es un concepto no científico, contaminado de ideología, de contenido filosófico-moral; consecuentemente, inútil en el marco de las ciencias sociales”.  Al respecto, intelectuales como Althusser, Hoepner, A. Tourarne, D. Vidal, G. FriedmannT. Kohn y Balibar han resistido el uso del término por considerarlo ambiguo e inútil porque se trata de un objeto de análisis difícil de acceder.  Inclusive –como el caso de R. Aron- esta categoría es un mito de los intelectuales de izquierda (1998, 32).  Sin embargo, en la Escuela de Frankfurt, con Adorno, Marcuse, Horkheimer y Benjamin, se avanzó en el desarrollo del pensamiento crítico ante la sociedad y el concepto de alienación cobra una nueva fuerza por su crítica al economicismo de los años 30 del siglo anterior, en el análisis del rol de la ideología en la familia como fuerza reproductora del sistema (1998, 34)
Con base en esta exploración histórica acerca de la alienación, expreso ahora mi acepción: Alienación es el cualquier aspecto (llámese ideología religiosa, política, económica, cultural y social) que subyuga al ser humano a niveles de dependencia de los poderes hegemónicos y restringe las posibilidades de mayores y mejores niveles de libertad, asumiendo ésta como la capacidad y posibilidad de acceder, conocer, exigir y realizar satisfactoriamente sus derechos ciudadanos.  Uno de esos derechos es el saber y los sistemas educativos en América Latina poco favorecen este legítimo derecho. Empezando que en Colombia, por ejemplo, el servicio militar es obligatorio, la educación no.
Además los medios de comunicación fomentando el espíritu comercial de la industria cultural inspiran modelos de vida que se apartados de una formación que requiere de  la construcción del conocimiento. Entonces los poderes mediáticos muestran a los reguetoneros y a las modelos como estilos de vida referentes para los niños y jóvenes. Por supuesto, esta tendencia mediática está contravía de lo que Etanislao Zuleta expone en su ensayo titulado “El elogio de la dificultad” en el sentido que se promueve una educación que n forma el carácter, sino la personalidad, lo importante es la imagen y no cultivar la esencia de lo humano.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto y volviendo al caso del semillero de investigación “Colectivo Linceo”, obsérvese que lamentablemente para este  tipo de propuestas, los docentes buscan incentivos para conformar estos grupos de estudio: colocar una nota adicional, ligar tareas propias de su asignatura a los trabajos del semillero, descargar académicamente a los estudiantes de otras obligaciones escolares e inclusive utilizarlo como espacio de servicio social.  Hasta el momento no se ha utilizado ninguno de estos “recursos” para convocar a los jóvenes en la dinámica de este semillero. 
En la práctica, el ánimo del docente es romper con la idea del estudio como “mamera” o “hartera”, como una cosa pesada difícil de disfrutar o generarle al estudiante una motivación intrínseca hacia la aventura del conocimiento.  Frente a este fenómeno donde importa más tener el pan que el de comerlo, es decir que ronda un ambiente que privilegia más producir notas calificativas que aprender.  En los hogares no se les pregunta a los adolescentes qué y cómo aprendió hoy, sino “¿Cómo le fue?”, pregunta que posee una connotación más productiva que formativa.  Por eso, el docente en esta experiencia pedagógica se acoge a la idea de alienación como un proceso mediante el cual un individuo o un grupo transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debería esperarse de su condición. Se trata de un fenómeno que anula el libre albedrío del individuo hasta el punto de hacerlo dependiente de lo dictado por otra persona u organización.
Este concepto ha sido tratado por diferentes estudiosos a través de los tiempos.  Pero me suscribo a los aportes de la Escuela de Frankfurt principalmente a través de Marcuse que afirmaba que el hombre que vive en esta sociedad es también unidimensional. Está plenamente integrado en el sistema, no tiene conciencia de su alienación, por tanto tampoco posibilidad de oposición. 
Este sistema está gobernado por una ideología dominante que estimula la conservación del status quo privilegiando la discriminación de las políticas educativas.  Estas políticas propenden por una educación de pobres para pobres que solamente se interesa por la formación de mano de obra barata para los monopolios o multinacionales económicas. Entonces, a este sistema le conviene un estudiante que realmente no aprenda, no se motive por estudiar, ni tampoco tenga iniciativa para explorar, conocer y transformar su entorno en general.
Por eso, el objetivo del semillero es inducir a la actitud investigativa mediante la consulta bibliográfica comentada y el diálogo argumentativo sobre la Calidad de Vida en Educación venciendo frontalmente el modelo del “copie y pegue sin pensarlo”.  En un principio, los estudiantes participantes se evidenció que entre ellos subyacen conceptos o apreciaciones del tema ligados a la motivación (aspirar a ser alguien en la vida), al nivel de salud y bienestar social (no tener enfermedades y llevársela bien con la gente) y también acepciones económicas ligadas a la tenencia de bienes y dinero. Conocen que existen indicadores globales como el PIB per cápita y esperanza de vida.
Posteriormente, los escolares realizaron consultas bibliográficas comentadas por medios tradicionales y virtuales acerca del tema del semillero y empezaron a elaborar protocolos académicos en cada encuentro.  Estas actividades han ido cambiando su visión acerca de la economía y la política, por supuesto la educación y su formación, pero también de su forma de ver ahora sus condiciones de existencia.  Últimamente, consultaron el enfoque del Desarrollo a Escala Humana de Manfred Max-Neef que considera que no solo hay una pobreza (la económica), sino que hay pobrezas en la medida que no se satisfacen derechos de los ciudadanos.  Ellos (los niños) entienden que frente a lo que está a su alcance, el conocimiento es un derecho al cual puede acceder acorde con su actitud positiva y disciplina.
En conclusión, estos adolescentes empezaron a conocer que se puede disfrutar de su formación a partir del esfuerzo y la constancia en contraposición al facilismo o superficialidad formativa por la cual muchos pueden llegar a ser instruidos cumpliendo entrega de tareas escolares sin realmente comprender los objetivos de aprendizaje. En otras palabras, pienso que estos cambios rompen con la esa tendencia que pretende imponer la ideología dominante que fomenta una educación de pobres para pobres, una educación que no dosifica saber sino ignorancia.  De este modo, a partir de estas sencillas apuestas pedagógicas se contribuye a enfrentar el fenómeno de la alienación en un ambiente de aprendizaje.

BIBLIOGRAFÍA
ü  ANDER EGG, Ezequiel. Formas de Alineación en la Sociedad Burguesa. Editorial Lumen. 208 Páginas. Primera Edición. 208 Páginas. 1998.

ü  GUADARRAMA GONZÁLEZ, Pablo. Pensamiento Filosófico Latinoamericano. Humanismo, historia y método. 1ª Edición. Universidad Católica de Colombia. 434 páginas. Bogotá, 2012.

ü  Proyecto Educativo Institucional. Horizonte Institucional. Escuela Normal Superior de Girardot. 2010.



[1] Datos oficiales de la Secretaría de Educación Municipal de Girardot, 2012.
[2] Proyecto Educativo Institucional. Escuela Normal Superior de Girardot. Horizonte Institucional. Pág. 1. 2010.
[3] Ibid. Pág. 3
[4] En adelante, al menos en el recuento histórico sobre la alienación, trataré de hacer una paráfrasis de algunas ideas desarrolladas por Pablo Guadarrama en su primer capítulo “Confrontación entre Humanismo y Alienación en la Historia de la Filosofía” en el libro que tengo reseñado en la bibliografía de este ensayo.
[5] MORO, Tomás y CAMPANELLA, T.  Utopías del Renacimiento.  Fondo de Cultura Económica. México, 1956. Pág. 35.

APROXIMACIÓN COMPARATIVA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES ACERCA DE LA CALIDAD EDUCATIVA EN DOCENTES, ESTUDIANTES Y PADRES DE FAMILIA PERTENECIENTES A LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE GIRARDOT


El día que los gobiernos de América Latina dejen de pensar que la educación es un factor del desarrollo de las naciones, y mejor lo conciban como el factor clave; ese día las políticas educativas necesariamente cambiarán.  Mientras eso sucede, cada miembro de las distintas comunidades educativas en cualquier nivel cumple su labor sin poder soslayar la inquietud acerca de la calidad de la educación.  Hace pocos días estuve en una inducción que el Ministerio de Educación Nacional realizó sobre su Programa para la Transformación de la Calidad Educativa.  Allí el ministerio se mostraba preocupado por el ranking que ocupa Colombia entre los países de habla hispana.
Al respecto si se indaga a cada estamento de las comunidades educativas acerca del porqué la calidad educativa muy seguramente tendrán se lavarán las manos o se enredará en una explicación política, pero no reconocerá el compromiso de su estamento sobre el tema.  Por eso, es necesario explorar lo que la gente piensa y siente sobre este asunto.  De ahí el imperativo de aproximarnos a tal percepción colectiva por medio de la identificación de las representaciones sociales  -según el enfoque de Serge Moscovici-  de los estudiantes, docentes y padres de familia de la Institución Educativa Escuela Normal Superior de Girardot crean acerca de la calidad educativa.  Téngase en cuenta que las representaciones sociales como forma de conocimiento aluden a un proceso y a un contenido. En tanto proceso, se refieren a una forma particular de adquirir y comunicar conocimientos. Como contenido, a una forma particular de conocimiento, que constituye un universo de creencias en el que se distinguen tres dimensiones: la actitud, la información y el campo de representación (Moscovici, 1979).  Al respecto, Araya Umaña aclara el concepto y la importancia del estudio de estas representaciones:
“Las RS, en definitiva, constituyen sistemas cognitivos en los que es posible reconocer la presencia de estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas que suelen tener una orientación actitudinal positiva o negativa. Se constituyen, a su vez, como sistemas de códigos, valores, lógicas clasificatorias, principios interpretativos y orientadores de las prácticas, que definen la llamada conciencia colectiva, la cual se rige con fuerza normativa en tanto instituye los límites y las posibilidades de la forma en que las mujeres y los hombres actúan en el mundo”
“El abordaje de las Representaciones Sociales (RS) posibilita, por tanto, entender la dinámica de las interacciones sociales y aclarar los determinantes de las prácticas sociales, pues la representación, el discurso y la práctica se generan mutuamente (Abric, 1994). De lo anterior se deriva la importancia de conocer, desentrañar y cuestionar el núcleo figurativo de una RS alrededor del cual se articulan creencias ideologizadas, pues ello constituye un paso significativo para la modificación de una representación y por ende de una práctica social. (Banchs, 1991)”
En otras palabras, esta autora referencia que lo que piensa y siente la gente está inmerso en sus quehaceres o acciones cotidianas.  De tal manera que si se quiere cambiar las actitudes o acciones del campo educativo con fines de calidad, necesariamente habría que explorar sus representaciones sociales al respecto como una herramienta del cambio pedagógico y/o institucional para avanzar en este propósito de mejorar las condiciones de calidad educativa.  En este objetivo se encuentra implícito el ánimo de conformar un espectro interestamental sobre la concepción de la calidad educativa para reconocer los elementos de tales representaciones que impiden renovar las actitudes para mejorar dicha calidad.
En conclusión, me parece que aproximarse a las concepciones que los diferentes miembros de la Institución Educativa Escuela Normal Superior de Girardot por medio de la identificación de las Representaciones Sociales según el enfoque de Serge Moscovici, es una oportunidad que posibilita explicitar las creencias, valores y demás cogniciones sociales que promueven la reflexión o limitan el cambio hacia el logro de la calidad educativa en tal comunidad.  Así, espero contar con el consentimiento de la comunidad académica de esta universidad para llegar a desarrollar este estudio como trabajo de grado de la maestría en educación.

BIBLIOGRAFÍA
ARAYA UMAÑA, Sandra. Las representaciones sociales: Ejes teóricos para su discusión.  Cuaderno de Ciencias Sociales 127.  Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Sede Académica Costa Rica. San José (Costa Rica), 2000.  (Disponible en) http://www.flacso.or.cr/fileadmin/documentos/FLACSO/Cuaderno127.pdf
MOSCOVICI, Serge.  El psicoanálisis, su imagen y su público. Editorial Huemul S.A.  363 páginas.  Buenos Aires, 1979.

PENSANDO UN CABALLO DE TROYA PEDAGÓGICO CONTRA LA GLOBALIZACIÓN


Reflexiones iniciales para cambiar la mirada en torno a
ideología de la globalización
Para las comunidades académicas de las ciencias de la educación, la globalización es un vértice reflexivo entre la política, la economía y la educación.  En un contexto ideológico  internacional que demerita el trabajo docente mediante imposición de políticas mercantiles, los maestros tienen el reto y compromiso social de recuperar el lugar central en el desarrollo de las sociedades.  Para ello, debe devolver por el rumbo y reconocer el lugar, la cosmovisión que permitirá generar una nueva discusión y crítica para replantear las pedagogías que subyacen en la labor docente en cada contexto educativo. A continuación esbozo una visión panorámica de la globalización para llegar a un planteamiento político de los docentes frente a esta problemática que inunda todos los ámbitos de la vida.
En primer lugar, la globalización es la fase actualizada del capitalismo neoliberal que promueve la universalización de las relaciones mercantiles bajo una ideología occidental de visión eurocéntrica y norteamericana.  En dicha fase, el avance imperialista socava la soberanía de los pueblos mediante unas nuevas reglas de juego que deterioran los desarrollos históricos en materia de derechos humanos. Tal globalización está marcada por predominio del capital constante sobre el capital variable, predominio del capital financiero, surgimiento de la industria transnacional, surgimiento del modelo post-fordista y toyotista de producción y organización del trabajo, y la gestión y dirección multilateral. Estos aspectos que la lógica del mercado someta la lógica del Estado mediante la subordinación de las políticas a las reglas mercantiles como forma básica de regulación.
Desde la perspectiva de la globalización, el ser humano visto en su totalidad como un medio de producción a partir de un Estado virtual o global donde el capital financiero y las formas transnacionales colocadas en el mercado no admiten regulaciones porque colocan las nuevas condiciones. Así, el imperativo de la competitividad abre brechas en el derecho al trabajo que se deteriora mediante la flexibilización laboral. Este fenómeno está marcado con el subempleo permanente, la subproletarización con un capital que anula el trabajo como derecho, que requiere cada vez menos trabajo lo cual incrementa la incertidumbre de la sobrevivencia en la población económicamente activa.
Estos intereses económicos se respaldan en un pragmatismo político donde cada cosa que se decide es lo único que se puede hacer condiciona las políticas en nombre del cientificismo. Este pragmatismo e ideología globalizante comporta una falsa neutralidad ética de la globalización y la tecnología en relación con la naturaleza (antropocentrismo-geocentrismo) y el ser humano (nuevos derechos y deberes) careciente de un criterio de justicia donde unos pocos ejercen el poder bajo una lógica de acumulación de carácter destructivo.
De otro lado, los mass medias desarrollan unas modelaciones culturales que abren paso a la transformación de los imaginarios a través de los  cambios en nuestro mundo común, el sonambulismo tecnológico,  transformaciones de la esfera pública con el abandono de la participación erosionando la autonomía individual, emergencia de nuevos valores derrotando el pragmatismo político y el hedonismo de la ideología dominante, nuevos contextos éticos que desvanecen las responsabilidades individuales sobre las acciones, profundización de la meritocracia formando élites tecnocráticas que afectan las políticas públicas,  surgimiento de nuevos sujetos debido a la lentitud decisoria de la democracia se “justifican” el consejo de los tecnócratas.
De esta forma, con el auge penetrante de los medios de comunicación y la tecnología, la escuela ya no tiene el patrimonio de la información contextualizada y ya es mismo mundo virtual le compite. El asunto no es si la obtengo, sino cómo abordo o trabajo la información que ya está a la alcance en cualquier parte. De ahí que deba ocuparse la educación de la tecnología como cultura, más que de dominio y uso procedimental. Por eso, la escuela debe enfocarse transdisciplinariamente  para interiorizar en su comunidad las tecnologías en su cultura escolar específica con el fin de producir pedagogías locales.
En tercer lugar, las reformas educativas contienen una mirada sobre el aspecto social educativo, tiene una lógica administrativa, financiera y económica que oculta la complejidad social y del mismo proceso educativo. Tales reformas son criticadas por su oscuridad en el manejo porque sus políticas y proyectos no son muy transparentes asociada al clientelismo tecnocrático. En últimas, estas reformas lo que han hecho es despojar a la educación en su carácter como derecho y convertirlo en un servicio.
Por último, ante este panorama que contempla otros aspectos no mencionados en esta reflexión, la realidad del magisterio es enfrentar -entre otras cosas-  el espíritu de la despedagogización.  En Colombia, la despedagogizaciónde la práctica docente está respaldada legalmente a partir del nuevo estatuto docente (Decreto 1278/2002) que permite que profesionales no licenciados se incorporen a la carrera docente. Tal apertura asume que la didáctica se limita a cuestiones técnicas para la instrumentación pedagógica.
En conclusión, considero que la configuración crítica de la pedagogía debe tender hacia la generación de geopedagogías que brinden un carácter y una identidad a sus prácticas locales pedagógicas. De ahí que sea indispensable el surgimiento de prácticas geopedagógicas que sean reconocidas como necesidad de otros tipos de educación y de otras globalizaciones. Para ello, se requiere del desarrollo de unas potencialidades críticas que en su práctica permitan la capacidad de construir caminos alternativos respecto a la emergencia de otras globalizaciones. En suma, la esperanza de las sociedades reposa en parte en el compromiso social y político de los docentes frente a estos tiempos de la globalización que destruye todo lo para confundir todo lo humano; pero hay un dicho: cuando se cambia los pensamientos, se cambia el destino. En lo personal se ha emprendido tal esfuerzo, ahora es momento de aglutinarlo en diversas formas que confluyan en restaurar el carácter esencial de la Escuela en el desarrollo de las naciones.
BIBLIOGRAFÍA
·       MEJÍA J., Marco Raúl. Educación(es) en la(s) globalización(es) I. Capítulo I y II. Ediciones Desde Abajo. Primera Edición. Bogotá, 2006. 332 páginas.
·       MEJÍA J., Marco Raúl. La(s) escuela(s) de la(s) globalización(es) II. Capítulo I y II. Ediciones Desde Abajo. Bogotá, 2011. 375 páginas.
·       RAVITCH, Diane. Por qué cambié de opinión. Artículo. Diario Le Monde Diplomatique. Edición Colombia. edición Nº94. Fecha de consulta: Marzo 10 de 2012. (Disponible en) http://eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=1170&numero=94

PENSANDO LA ESCUELA EN TIEMPOS GLOBALIZADOS


A partir de la lectura de Marco Raúl Mejía acerca de la educación y la escuela en la(s) globalización(es), es necesario reflexionar sobre las implicaciones de esta actualidad avasallante sobre todos los ámbitos de la vida, en especial en la educación. Son tiempos donde la globalización como hija de la revolución técnico-científica ha dado a luz a la microelectrónica considerada como la tercera revolución industrial. Este avance convirtió a todo el mundo en una sociedad informatizada y globalizada, y al individuo en un cosmopolita doméstico.  Para ello, seguidamente habrá una referencia acerca de su génesis económico capitalista, luego el papel actual de la tecnología y posteriormente sobre su resultante e intencionada despedagogización y desprofesionalización del rol del maestro.  Y como propósito estará en la conclusión enfocar el nuevo protagonismo de la Escuela frente al fenómeno cada vez más complejo de la globalización.
En un primer término, la globalización se acepta como el desarrollo de un ciclo superior del capitalismo administrado por el espíritu neoliberal. Bajo tal espíritu ha desaparecido la idea clásica de Estado-nación erosionando la soberanía de los países.  Mediáticamente, este fenómeno crea un espacio público transnacionalizado donde los organismos internacionales políticos como la ONU pierden su función de regulación debido a la influencia de los organismos internacionales financieros como es la banca multilateral.
Con estas políticas diseñadas desde esta banca se estimula en el fondo un incremento de la pobreza y la miseria, lo cual lleva a emerger un trabajador subjetivo que como nuevo asalariado del conocimiento. A su vez, estas políticas están orientadas por una conciencia tecnocrática que reduce el poder político a una administración racional y a una toma de decisiones orientada por la cientificidad tergiversada y perversa que no revela sus verdaderos propósitos.  En el campo de la educación, la meritocracia es la única que permite el ascenso en la escala social y es ahí donde surgen dos modelos tecnocráticos: (1) tecnonaturaleza donde la ciencia se realiza con los técnicos y (2) tecnoestructura donde un grupo de técnicos controlan los asuntos decisorios valiéndose de comunidades científicas para respaldar sus recomendaciones. 
En ese sentido, para todos los que se desempeñan en el sector educativo, asienten que en la ecuación de la globalización capitalista no se comprende lo humano, sino como un medio de producción y como consumista. Por eso, es comprensible que la globalización neoliberal exige la reducción del gasto social y por tanto el presupuesto de la educación se reduce bajo este imperativo.
Ante esto surge la necesidad de la construcción de una ética y una política en torno a la tecnología encaminada hacia el bienestar y el mejoramiento de la vida. Tal proceso como antagónico posibilitará la distribución de la riqueza en una sociedad con capacidad para regular los procesos de desarrollo científico y tecnológico posibilitando una ética reconcebida para las nuevas realidades. Sin embargo hay que entender que ninguna opción tecnológica es social y valorativamente neutral.
Ahí surge la discusión sobre el lugar de la tecnología en la nueva configuración del mundo. La introducción de TIC’s en la escuela, concibe al docente como un simple operador técnico despojándolo de su función crítica y pública y de su rol como agente democratizador. Adicionalmente, para los adultos la tecnología no es su medio natural, para los jóvenes sí, de ahí la necesidad de desaprender y cambiar la mirada para entender los nuevos fenómenos. Ante tal tensión, la discusión sobre los usos de la tecnología en la vida cotidiana oscila entre el utopismo tecnológico y el catastrofismo, entre los tecnófilos y los tecnofóbicos. Pero, independientemente de la perspectiva frente a la tecnología, lo cierto es que la información, el lenguaje, los modos de vida, los gustos, las modas, entre otros, son configurados y producidos por el capital.  En ese mismo sentido, los medios de comunicación interactúan con sus audiencias con el  mismo espíritu del capitalismo desarrollando sonámbulos tecnologizados. A pesar de esto, la escuela debe enfocarse transdisciplinariamente  para interiorizar en su comunidad las tecnologías en su cultura escolar específica con el fin de producir pedagogías locales.
De otro lado emerge la necesidad de aclarar hasta dónde llega la ideología dominante del capitalismo en su búsqueda de empobrecer el prestigio docente. Así, la pauperización docente se desarrolla cinco aspectos en el marco del avance de la globalización: (1) económico, ligado a la flexibilidad laboral centrada en las condiciones del mercado, (2) social, los jóvenes ya no ven la educación como primera opción laboral, y los demás profesionales llegan al magisterio más por un asunto de empleabilidad que por vocación. (3) cultural, el docente se desterritorializa de su entorno escolar como producto de su necesidad de buscar otras opciones laborales para complementar sus ingresos, lo cual impide el desarrollo de vínculos comunitarios fuertes, (4) ideológica, se circula un discurso donde el interés laboral por la educación está limitado a la empleabilidad y se responsabiliza al docente de los resultados de las pruebas evaluativas que estimula un imaginario del maestro como vago, mal trabajador e irresponsable, mal preparado y mediocre que fomenta la percepción de una formación de tercera. (5) en lo personal, decaen los niveles de autorreconocimiento y de valoración personal y profesional que solo lo percibe como un luchador de clases que corre de centro educativo a otros para devengar como simple dictador de clases.
Por último, es menester aludir al protagonismo de la Escuela para estos tiempos de crisis.  Aquí, la escuela recupera su centralidad con dinámicas radicalmente nuevas como el aprender a aprender, el conocer cómo se conoce, y el cambiar en medio del cambio, lo que exige la reconfiguración de su institucionalidad y de la pedagogía. Es decir, las comunidades educativas deben trabajar en torno a una apuesta por otras globalizaciones con el presupuesto de una capacidad de construir propuestas desde el sur, desde abajo pregonando que otros mundos sí son posibles.

BIBLIOGRAFÍA
  • MEJÍA J., Marco Raúl. Educación(es) en la(s) globalización(es) I. Capítulo I y II. Ediciones Desde Abajo. Primera Edición. Bogotá, 2006. 332 páginas.
  • MEJÍA J., Marco Raúl. La(s) escuela(s) de la(s) globalización(es) II. Capítulo I y II. Ediciones Desde Abajo. Bogotá, 2011. 375 páginas.
  • RAVITCH, Diane. Por qué cambié de opinión. Artículo. Diario Le Monde Diplomatique. Edición Colombia. edición Nº94. Fecha de consulta: Marzo 10 de 2012. (Disponible en) http://eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=1170&numero=94

Reflexión Pedagógica alrededor de la Globalización Dominante


Hablar de globalización es referirse a un fenómeno que subyace en todas las esferas de la vida en cualquier ámbito, ya sea personal, familiar o societal.  Pero cuando este asunto se medita dentro del campo de la educación, se observa que dicho fenómeno ha tenido una intensidad, una velocidad y un impacto que ha cambiado muchas cosas de la vida pública y privada.  En esta ocasión, y basado en la lectura de los planteamientos de Marco Raúl Mejía en dos de sus libros al respecto, se procura llegar a la importancia de la educación popular que como un “arca de Noé” podría salvar a la humanidad de la inundación destructora de la filosofía de la fuerza capitalista.
En primera instancia, cualquier intelectual lo reconocería como una etapa del capitalismo que promueve la internacionalización del capital. Y bajo esta intención, según los diseñadores de esta ideología dominante, el mercado aparece como el instrumento eficaz que regula los intereses y las relaciones sociales haciéndolo de forma libre, ecuánime, equilibrada y justa; mientras que el Estado se asume ineficiente promoviendo su minimalización. En ese  sentido, el neoliberalismo es una forma de administrar la globalización capitalista que plantea su intencionalidad en el Decálogo de la globalización. Este decálogo se consagró mediante el Consenso de Washintong en 1993, así: (1) disciplina fiscal, (2) redefinición del gasto público, (3) reforma tributaria, (4) liberalización del sector financiero, (5) tasa de cambio competitiva, (6) liberalización comercial, (7) atracción del capital extranjero para nuevas inversiones, (8) privatización de las empresas estatales, (9) desregulación económica y (10) protección de los derechos de autor.
Teniendo en cuenta esta intencionalidad, el Banco Mundial sostiene una perspectiva con la cual se busca homogeneizar la educación desconociendo las culturas particulares y su modo de construcción de lo público; generalizar el desarrollo de sus requerimientos excluyendo las recontextualizaciones particulares de los territorios; pretende estandarizar los modelos y métodos de investigación en educación ignorando intencionalmente la complejidad del campo educativo para construir valoraciones únicas y afirmaciones tajantes. También lo caracteriza una actitud verticalista y simplista respecto a innovaciones y experiencias exitosas de las reformas asumiendo su transferibilidad intacta a otros países.
En segundo lugar, obsérvese cómo esta ideología aterrizar en el campo de la educación a través de las reformas impulsadas desde los organismos internacionales.  En estas reformas lo que han hecho es despojar a la educación en su carácter como derecho y convertirlo en un servicio. Por eso, el modelo escolar tiene un vacío de pedagogía, de profesores y de currículo.  Dicho vacío fomenta una despedagogización fomentada desde el ámbito de las competencias y los estándares.  A la par, estas reformas generan un currículo instrumental neoliberal que está reducido a planes de estudio, estándares y competencias, lo cual admite la racionalización de la profesión docente sin formación que asimila al maestro como un asalariado flexible con rango inferior a otras profesiones. Es decir, el profesor se convierte en un operador de la enseñanza a través de la simplificación del manejo de técnicas. Así, la despedagogización y la desprofesionalización docente se demuestran mediante la reducción del ejercicio docente al puro adiestramiento técnico en detrimento de la reflexión epistemológica y de sentido inherente a la pedagogía como un hecho social del saber.
De otro lado, la globalidad ha roto los límites territoriales desconociendo las soberanías nacionales. Por tanto, no reconoce ciudadanos nacionales, sino globales donde el ser humano sirve en función del consumo. Por eso, los Estados ya no están en capacidad de garantizar el estatus pleno de ciudadanía al ser limitada su soberanía por las reglas de juego del mercado global. En el plano ciudadano se encuentra implícita la primacía de lo individual sobre las mayorías que estimulan un beneficio personal cada vez más fuerte, de cobertura más estrecha y está bajo el control de grupo minoritarios.
En cuarto lugar, en la actualidad, la educación popular cobra vigencia como alternativa de poder de los excluidos desde lo glocal para configurar otros mundos y esas otras globalizaciones. Es decir, esta educación debe traducirse en redes de resistencias y autonomía que pueden tomar forma de movimientos sociales para enfrentar la dictadura del mercado y la colonización consumista de la vida, lo cual posibilita reestructurar el poder desde abajo y por los de abajo aglutinando sinérgicamente otras luchas en diferentes sitios y en múltiples niveles sociales.
Ahora, cabe la pregunta: ¿Cómo cabe la educación popular aquí? La respuesta a este interrogante pasa por el desafío de los educadores populares para dejar de ser idiotas útiles aclarando sus apuestas sociales, económicas y políticas en su actitud política y pedagógica reconcibiendo la manera como se construye sociedad mediante el acto educativo y pedagógico cotidiano.  Así, asumir este desafío se constituye en uno de los primeros pasos en la búsqueda de sentidos emancipadores en el campo educativo.
En conclusión, la educación popular tiene el desafío de convertir en realidad la globalización de la solidaridad que se respalda la capacidad de recomponer a la sociedad basada en la justicia desde la pluralidad que combata la segregación y la desigualdad.  En esta búsqueda, la nueva ciudadanía tiene como propósito politizar las discusiones sobre el desarrollo y la sustentabilidad. Pero ello debe concretizarse mediante la participación y la discusión social sobre estos asuntos para permearlos de una concepción más holística.

BIBLIOGRAFÍA
  • MEJÍA J., Marco Raúl. Educación(es) en la(s) globalización(es) I. Capítulo I y II. Ediciones Desde Abajo. Primera Edición. Bogotá, 2006. 332 páginas.
  • MEJÍA J., Marco Raúl. La(s) escuela(s) de la(s) globalización(es) II. Capítulo I y II. Ediciones Desde Abajo. Bogotá, 2011. 375 páginas.
  • RAVITCH, Diane. Por qué cambié de opinión. Artículo. Diario Le Monde Diplomatique. Edición Colombia. edición Nº94. Fecha de consulta: Marzo 10 de 2012. (Disponible en) http://eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=1170&numero=94