domingo, junio 06, 2010

Entrevistando a Sancho Panza

Hola, buenos días para todos. Estamos en nuestro programa “Diálogos con personajes literarios”. Y precisamente hoy tenemos a nada más y nada menos que al escudero de Don Quijote de la Mancha, Sancho Panza. Bienvenido!

Sancho Panza: Gracias, vuesa mercé. ¿No tienes por ahí un pasa bocas? Porque esto así con garganta seca y muelas sin oficio es difícil.
Periodista: Sí, señor. Tranquilo, pero será al final de la entrevista. Por ahora queremos saber sobre Usted, su forma de ver las cosas, que nos chismosee un poco de Don Quijote, de la historia y de su época. Comencemos: ¿Quién es Sancho Panza?
Sancho Panza: A ver, qué le digo a vuesa mercé… Soy un campesino, labrador de la tierra y me gusta ver las cosas como son. Del resto ya me véis aquí! Aaahhh, pero Sancho no es tan Sancho como la gente piensa y Don Alonso Quijano no es tan Quijote como la gente cree.
Periodista: Curioso lo que dice y por eso mismo quiero que usted aclare eso último. Mirémoslo así: Creo que en la vida saludable consiste en una mezcla sana entre la fantasía y la realidad. Pero en Don Alonso el asunto de la fantasía es un sarcástico e irónico juego de realidades que se presentan como fantasía. Y en mí, la cosa va por el derecho a la fantasía, pues creo que eso me cautivó de mi amo, Don Alonso.
Periodista: Ummmm, qué bueno que lo aclaras, Sancho. Y ¿Qué más nos puedes contar de ti? Pues creo que eso de ser realista a veces debe ser un poco difícil, ¿Cómo lo hace?
Sancho Panza: Ante todo soy un observador. Creo que soy –como dice el profesor Chacón- un empirista, justifico lo que sé por la experiencia. Ah, pero eso sí pongo por delante la subjetividad de las tripas y estómago porque no hay que dar puntada sin dedal.
Periodista: ¿O sea que Usted todavía piensa que Don Quijote le cumplirá su promesa de ser gobernador?
Sancho Panza: Vuesa mercé, cómo hace falta que te ilustres mejor! ¿No has leído una obra que se llama “Historia del más famoso escudero Sancho Panza”? (La periodista hace gesto de no saber qué habla y Sancho prosigue). Hay una obra publicada en 1793 en su primera parte y en 1798 en su segunda parte por el señor Pedro Gatell y Garnicer. En esa primera parte muestran cómo me sentí tras la muerte de mi amo y de cómo me dedicaba a contarle a los vecinos mis aventuras con él (Suspira con nostalgia).
Periodista: Disculpe, Don Sancho, ¿Y eso qué tiene que ver con la promesa?
Sancho Panza: Ah, sí. Al grano! Pues que en esa primera parte llegué a ser nombrado Alcalde de mi aldea, cargo que desempeñé con mucho acierto, no como los alcaldes que ha tenido este municipio.
Periodista: Veo que está actualizado de la vida actual ¿Qué piensa del mundo contemporáneo y qué le aconseja a la gente?
Sancho Panza: Respondo la segunda parte para luego resolver la primera. ¿Qué le aconsejo a la gente? Les sugiero ser saber combinar fantasía (para perseguir y alcanzar los sueños), pero también sentido de realidad, que pongan los pies en la tierra. Este mundo está muy empujado por la mentira: no más basta ver a un presidente decirle a la gente que cuide una gallinita y sus tres huevitos; o una organización como la ONU que se hace de la vista gorda con los atropellos del ejército israelí o pretendiendo arreglar las cosas con pañitos de agua tibia. A eso agréguele unos medios de comunicación que malinforman a la gente y la manipulan ideológicamente fomentando la servidumbre moderna por la cual todo el mundo se siente feliz siendo esclavos de sus cadenas espirituales, políticas y sociales.
Periodista: Vaya, Don Sancho. No me imaginaba que Usted pensara profundo.
Sancho Panza: Por eso mismo le decía: No soy tan Sancho como parece.
Periodista: Pero pasemos a otro punto: ¿Usted por qué utiliza en la obra tantos refranes, Don Sancho?
Sancho Panza: Vuesa mercé, los refranes, dichos y sentencias son formas del saber popular y allí se encuentra lo que llamamos el sentido común que es una herramienta para ser realistas en esta vida. Me ha permitido manifestar lo que pienso y justificar mi manera de actuar de forma rápida y sencilla, pues el palabrerío de Don Quijote es bárbaro. Además, recuerda que por esa época no había casi escuelas, así que los campesinos nos refugiamos en el bagaje cultural de los refranes. Claro está que con la educación de ahora, pues uno no se pierde de mucho.
Periodista: ¿Qué me dices de Don Quijote?
Sancho Panza: Lo extraño mucho. Me toxcaba estar pendiente de sus locuras, ya saben: peleas con gigantes cuando en realidad era molinos y ese tipo de cosas. Me tocaba lidiar con eso, pero aprecio mucho a Don Alonso Quijano, sobre todo por escogerme como su escudero.
Periodista: Don sancho, unas palabras finales para la audiencia y después nos vamos a comer como Usted lo pidió.
Sancho Panza: Eso sí son buenas noticias. A la audiencia le digo que hace falta verdaderos quijotes y hay un quijote en cada uno y también un Sancho como yo. En el mundo existen pésimas copias de Don Quijote y también pésimas copias de mí. Invito a que sepan combinar esas dos cualidades: el derecho a la locura y la fantasía para salir adelante junto al realismo sereno para lograr sobrellevar mejor nuestras vidas y para saber y poder avanzar.
Periodista: A todos la audiencia, muchas gracias por acompañarnos y nos vemos en la próxima emisión de “Diálogos con personajes literarios”.

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